Cada noche las farolas se encienden para dar
luz a nuestras calles pero antes de la llegada de Felipe II, los habitantes de
la Villa y Corte procuraban no salir de casa durante la noche si no era
rigurosamente necesario, ya que al caer el sol la oscuridad total reinaba en la
ciudad. Fue precisamente Felipe II quien
exigió a los habitantes de la capital a encender, limpiar y conversar las
farolas de aceite en las fachadas, pero esta
norma no se cumplía siempre ya que los reyes menos preocupados por la ciudad,
olvidaban esta medida. Al llegar el alumbrado de gas, el Marques viudo de
Pontejos, mando sustituir las farolas de candil por unas nuevas de gas,
contratando para ello 187 faroleros que tenían a su cargo entre 40 y 44
farolas.
Boceto de Carel Weight |
Os cuento todo esto porque la firma ILLY ha
lanzado al mercado un infusor inspirado en las antiguas farolas que iluminaban
las calles de Paris, está confeccionado en metal dorado y se acompaña de un
platito para depositar el infusor una vez preparado el té.
Infusor Dammann Lanterne |
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